Mindfulness y Compasión: Una Relación Transformadora para el Bienestar
En la búsqueda del bienestar emocional y mental, dos prácticas se destacan por sus profundos beneficios: el mindfulness (atención plena) y la compasión.
COMPASIÓN
En la búsqueda del bienestar emocional y mental, dos prácticas se destacan por sus profundos beneficios: el Mindfulness (atención plena) y la compasión. Aunque cada una tiene su enfoque particular, juntas crean una sinergia poderosa que puede transformar nuestras vidas. En esta publicación, veremos la relación entre el mindfulness y la compasión, y los numerosos beneficios que surgen de su práctica conjunta.
Mindfulness y Compasión: Una Relación Transformadora para el Bienestar*
¿Qué es el Mindfulness o atención plena
Como se establece en una publicación anterior, Mindfulness, o atención plena, es un estado mental que se centra en estar completamente presente en el momento actual, sin juzgarlo, con una actitud de apertura y aceptación.
Esta práctica nos ayuda a vivir de manera más consciente y a responder a las experiencias de la vida con mayor claridad y equilibrio.
¿Qué es la Compasión?
La compasión es una cualidad humana que se puede desarrollar, implica la sensibilidad al sufrimiento propio y de los demás, unido a la motivación y el compromiso de aliviarlo y prevenirlo.
No es solo una emoción, sino una motivación activa para el bienestar de los demás y de uno mismo. (Ver publicación anterior)
¿Cómo es la relación entre Mindfulness y Compasión?
El mindfulness y la compasión están intrínsecamente relacionados. Para practicar la compasión es necesario mindfulness porque hay que tomar conciencia del sufrimiento propio y del de los otros, sin juicio, apego o rechazo, para sentir compasión hacia la persona que sufre. Pero, por encima de todo, para realizar las prácticas de compasión hace falta unos niveles mínimos de atención que se obtienen con la práctica de mindfulness.
Cómo es que se interrelacionan
1. Presencia compasiva
El Mindfulness nos permite observar nuestro sufrimiento sin ser abrumados por él. Al mantener esta presencia consciente, podemos responder a nuestro dolor con compasión, en lugar de recurrir a la autocrítica o evitación.
2. Atención plena a los demás
Practicar la atención plena nos ayuda a estar más presentes con los demás, escuchando y observando sin prejuicios. Esto profundiza nuestra capacidad de empatizar y de responder con compasión a las necesidades y el sufrimiento de los demás.
3. Reducción de la reactividad
La atención plena nos enseña a observar nuestras reacciones automáticas y a elegir respuestas más consideradas. La compasión nos guía para que estas respuestas estén orientadas hacia el cuidado y la comprensión, tanto para nosotros mismos como para los demás.
Beneficios de practicar Mindfulness y Compasión juntos
La combinación de Mindfulness (atención plena) y compasión ofrece numerosos beneficios que pueden transformar nuestra vida y nuestras relaciones:
Cuando se asocian ambas intervenciones, la compasión aporta a mindfulness el compromiso social de intentar que el mundo sea mejor, y el compromiso individual de querernos y cuidarnos cuando estemos sufriendo.
La compasión es un concepto más amplio que mindfulness y, de hecho, algunos estudios ha encontrado que puede ser más efectivo que mindfulness en ciertos padecimientos específicos como la depresión y otros relacionados con la culpa y la autocrítica, así como para aumentar el bienestar psicológico en personas sanas
Cómo integrar la atención plena y compasión en tu vida.
Para aprovechar los beneficios de estas prácticas, se puede comenzar con algunos pasos sencillos:
Meditación de atención plena: Dedicar unos minutos cada día a sentarte en silencio y observar tu respiración, pensamientos y sensaciones sin juzgarlos. En YouTube se pueden encontrar prácticas de atención plena con diferentes enfoques para mejorar la salud emocional.
Practicar la autocompasión: Hablar con uno mismo con amabilidad y comprensión, cuando se presente a un momento difícil, reconociendo que el sufrimiento es parte de la experiencia humana.
Prácticas meditativas de autocompasión: Realizar prácticas meditativas específicas para cultivar la autocompasión como esta: Práctica para vencer la autocrítica con autocompasión
Ejercicios de compasión: Practicar enviar pensamientos de bondad y deseos de bienestar a uno mismo y a los demás, especialmente a aquellos que están pasando por dificultades.
Atención consciente en las relaciones: Escuchar y observar a los demás con plena atención, sin interrumpir ni juzgar. Esta presencia consciente mejorará la calidad de las interacciones y fomentará la empatía y la comprensión.
La combinación de mindfulness y compasión es una herramienta poderosa para mejorar nuestro bienestar y nuestras relaciones. Al cultivar una presencia consciente y una actitud compasiva, podemos enfrentar los desafíos de la vida con mayor fortaleza y equilibrio. Los invito a explorar estas prácticas y experimentar de primera mano los profundos beneficios que nos pueden ofrecer.
Por lo trascendente de esta combinación se le ha llamado “Las dos alas del pájaro de la sabiduría ya que ambas son imprescindibles para poder volar”.
Espero que esta publicación ayude a los lectores a integrar el Mindfulness y la compasión en tu vida diaria. Si hay preguntas acerca de este tema preguntas o quieren compartir sus experiencias, no duden en utilizar la sección de contacto.
*Bibliografia:
García Campayo J. (2020) La Práctica de la Compasión, Editorial Siglantana